Como cada vez que se firma un Acuerdo, por bueno que sea, acabamos oyendo o leyendo críticas por parte de quienes no lo han firmado. Hasta aquí todo normal y legítimo. Si uno no está de acuerdo con algo lo coherente es no firmarlo y hacer la crítica consecuente. (Esa coherencia no tiene coste personal; también sería de esperar que quienes no están de acuerdo con lo firmado renunciaran a que se les aplicaran sus beneficios, pero me temo que cualquier grado de coherencia o dignidad que suponga un coste personal no lo vamos a ver).
Lo que no es tan normal ni tan legítimo es que más allá de la crítica se denoste un logro sindical usando falacias, suposiciones sin contrastar o datos falsos. De eso vamos a hablar a continuación.
Se ha dicho: “las organizaciones firmantes renuncian a recuperar el resto de recortes del Decreto Vela”.
Falso. En lo que a la FECCOOPV respecta puedo asegurar (porque lo he hecho personalmente) que se sigue reclamando revertir los recortes en su totalidad en cuantas ocasiones se dan, principalmente en las mesas sectoriales de Educación que son el foro político adecuado. Las notas de prensa publicadas y las campañas promovidas y activas se pueden ver en www.pv.ccoo.es/ensenyament
“El único sindicato no firmante lo hizo a pesar de que le supone tener menos liberados y no recibir aportaciones económicas de la Administración que sí reciben el resto de sindicatos”
Aquí hay dos falsedades. Vamos por partes: todos lo sindicatos hemos sufrido un gran recorte de permanentes (“liberados/as”), como parte del ataque a la clase trabajadora que han supuesto las medidas neoliberales impuestas desde que comenzaron los recortes. En el caso de la FECCOOPV el recorte nos ha hecho perder dos tercios de los permanentes sindicales que teníamos en 2009. En 2012 se consiguió llegar a un Acuerdo en el que todos los sindicatos de área pública (también quienes no firmaron) recuperamos una pequeña parte de los permanentes recortados. Estas personas conseguidas eran de área pública, no específicamente de Educación, y se dieron a todos los sindicatos con representación. En ese Acuerdo se pasa de 192 “liberados/as” de área pública de todos los sindicatos a 55 (9 de ellos para Intersindical, como se puede ver en el anexo I), por lo que no acabo de entender el supuesto “pago en liberados”.
Sobre esto último cabe hacer una consideración importante: la posibilidad de que un sindicato, mediante acumulación de horas de representación sindical, pueda tener personas trabajando a tiempo completo es lo que permite que el conjunto de trabajadores y trabajadoras puedan ver defendidos sus derechos con eficacia. Renunciar a tener más liberados sindicales es contradictorio con la misma labor de representación que ejerce un sindicato y supone renunciar a trabajar mejor en defensa de aquellos a quienes supuestamente se representa. Las asambleas, movilizaciones, negociaciones, mantenimiento de servicios y estructuras sindicales necesitan de personas que dediquen su tiempo de trabajo al sindicato; aumentar el número de delegados y delegadas sindicales redunda siempre en beneficios para todos.
Vamos con la segunda falsedad: el STEPV no recibe subvenciones y el resto de sindicatos sí. Parece que decir mentiras sale gratis. Se puede comprobar en las sucesivas Leyes de Presupuestos de la Generalitat Valenciana que desde 2009 la FECCOOPV no recibe un solo euro. Desde aquel año el entonces conseller Font de Mora (otro enemigo de los sindicatos de clase) decidió quitar la subvención a la que constitucionalmente tenemos derecho.
Una vez desmontada la mentira es importante reflexionar un poco. Los sindicatos somos la forma organizada en defensa de los derechos y las condiciones de trabajo de la clase trabajadora. En nuestro estado de derecho esas organizaciones han de estar financiadas de forma pública para poder garantizar que esa defensa se cumple de forma efectiva. Nunca se ha conseguido una financiación adecuada; antes del 2009 la FECCOOPV recibía de Generalitat Valenciana 6.000 € anuales, cantidad que a nadie se le escapa que no garantiza nada.
Despreciar la financiación pública de los sindicatos de clase y la existencia de delegados y delegadas permanentes es un argumento neoliberal. No entiendo muy bien por qué un supuesto sindicato de izquierdas repite mantras de ultraderecha.
“El STEPV queda de lado en las negociaciones con la mesa de seguimiento del Acuerdo”
El Acuerdo de sexenios de 1991 fue firmado por CCOO, UGT, ANPE y CSIF. Estos sindicatos y la Administración forman la comisión de seguimiento del Acuerdo. Cualquier otra organización que se adhiera posteriormente al Acuerdo pasa a formar parte de la comisión. El STEPV ha tenido 23 años para firmar aquel Acuerdo y entrar en la comisión. Decir que se les deja de lado porque solo han tenido ese tiempo para replantearse su no-firma parece un poco exagerado.
Recordemos que el Acuerdo de 1991 crea los sexenios. El STEPV mantiene (incluso en la mesa sectorial del pasado 7 de abril, de lo que fui testigo -otra cosa es que digan lo mismo en las asambleas-) que “están en contra de los sexenios, la formación del profesorado debería ser obligatoria y no ligada a un complemento”. Me parece una opción muy legítima, pero no me lo creo. No me lo creo porque ninguno de sus dirigentes ha renunciado jamás a pedir los sexenios que les correspondían.
Habría que preguntar qué hubieran hecho en 1991 (y en 2007 con el acuerdo de subida salarial, y en 2013 con el de interinos/as, y en 2014 con el nuevo de sexenios…) en caso de que el ordenamiento laboral español se basara en acuerdos de eficacia limitada, aplicables solo a los firmantes. Yo puedo imaginarlo. Decir que no se firma algo porque se quiere más, cuando sale gratis, es fácil. En ese sentido son buenos seguidores del lema “pedimos todo, conseguimos nada” (aunque solo hacen explícita la primera parte).
Las comisiones de seguimiento de los Acuerdos sirven para no dejar en manos de la Administración la interpretación de nuestras condiciones laborales, es una razón más por la que llegar a pactos o acuerdos es mejor que esperar que se publiquen órdenes y decretos. Me gusta que el STEPV quiera que se les incluya en las comisiones de seguimiento, pero creo que conocen la forma de conseguirlo igual que yo.
“A partir de ahora los sexenios no tendrán un valor fijo…la retribución será menor que la que hasta ahora está estipulada”
Decir esto puede tener dos explicaciones: o mienten deliberadamente o no conocen cuál es el ordenamiento legal en cuestiones presupuestarias. No sé cuál de las dos me da más miedo.
Los sexenios, como cualquier complemento de nuestras nóminas que no tenga carácter básico, se fijan anualmente en la Ley de Presupuestos de la Generalitat. Las retribuciones de carácter básico se fijan en la Ley de Presupuestos del Estado. Decir en un Decreto, Orden o Resolución cuánto valen nuestros sexenios es un brindis al sol porque esas normativas son de rango inferior a la Ley de Presupuestos anual. Los sexenios aparecen fijados dos veces fuera de la Ley de Presupuestos: en el Acuerdo de 1991 (y posterior Decreto) porque hasta entonces no existían y si no se hubiera hecho no se hubiera dedicado partida presupuestaria y en el Acuerdo de 8 de mayo de 2007, que consigue un gran aumento, por la misma razón. Cualquier parte de nuestra nómina depende de las Leyes de Presupuestos. Lo que dice el Acuerdo es que debe aparecer una partida presupuestaria en ella dedicada a sexenios.
¿Cuánto cobraremos en 2015? Aquí se aplica el principio jurídico pacta sunt servanda: las partes están obligadas a cumplir los acuerdos. El Acuerdo de 23 de octubre de 2013, que acaba con los recortes del Decreto Vela, fija que en enero de 2015 cobraremos el 100% de lo que cobrábamos en 2011; eso es lo que deberá marcar la Ley de Presupuestos de 2015. Es otra de las razones por las que era necesario llegar a un Acuerdo previo al final del vigor del Decreto Vela.
“El Acuerdo estaba firmado por los cuatro sindicatos antes de llevarlo a la mesa de negociación”
Evidentemente. Esto no es falso. Debe ser así: los acuerdos de propuesta de mejora se alcanzan necesariamente en la comisión de seguimiento, aunque no se negocian esas propuestas en ella. Las propuestas de Decreto y Orden pasaron después por mesa técnica y sectorial, donde están todos los sindicatos y se pueden hacer aportaciones. El STEPV negoció en el foro oportuno, como todos. En caso de pensar que se hizo algo ilegal puede denunciarlo. De no hacer esa denuncia no se entiende que afirmaciones como la que encabeza este párrafo se consideren negativas.
“Los interinos que obtuvieron una sentencia favorable en cuanto al cobro de sexenios los seguirán cobrando”
Por desgracia esto no es así. En la Ley de Presupuestos de 2013 y de 2014 se introduce una disposición adicional que impide el pago de sexenios a profesorado interino incluso para el caso de que hubieran ganado una sentencia.
La FECCOOPV reclama el pago de oficio al profesorado interino en las mismas condiciones que al profesorado funcionario de carrera.
A modo de conclusión
Vemos que cuesta más desmontar tópicos y falsedades que decirlos, pero es necesario. Todo lo anterior se resume con una pregunta muy simple: si tan malos son los Acuerdos que no se firman, ¿por qué las personas que no los firman no renuncian a sus beneficios?
Quizá a esa pregunta ya respondió el máximo responsable de los no firmantes cuando pensaba que no había periodistas cerca: “el Acuerdo es bueno, no firmamos por estética… estaremos unos meses mareando y después nos adheriremos”.
“No negociar nada hasta que se retiren los recortes”, como también ha dicho el sindicato mayoritario supondría esperar que las mejoras caigan del cielo por la buena voluntad del gobierno. No parece realista, por lo que no negociar supone desperdiciar la fuerza que tienen como sindicato en defensa de los derechos de trabajadores y trabajadoras. Es una opción puramente política, pero que dice muy poco de su compromiso sindical. Actuar como lobby en lugar de actuar como sindicato puede ser útil para los intereses de un partido político, pero de ninguna manera para los intereses del profesorado.
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